Al crecer en Los Ángeles, José comenzó a reconocer en la escuela secundaria que muy pocos de sus compañeros latinos participaban en cursos rigurosos, actividades extracurriculares y servicio comunitario. Con el apoyo de su madre, a quien atribuye su pasión y empuje, José recibió una beca de lucha libre para la Universidad Brigham Young, donde obtuvo su licenciatura en Educación y Español, una maestría en Liderazgo Educativo y, finalmente, un doctorado en Liderazgo Educativo.

Como profesor, y más tarde como administrador, José volvió a ver lo que había empezado a notar como estudiante en Los Ángeles: Los jóvenes latinos estaban desvinculados y privados de derechos en la escuela. Además, a menudo rehuían su herencia cultural, que, en su opinión, es la base del afán de superación de todos los jóvenes latinos. Este vacío impedía que estudiantes que podrían ofrecer al aula y a la comunidad una gran riqueza de conocimientos, experiencia y perspectivas únicas, se graduaran en el instituto y en la universidad. En efecto, este fenómeno impedía a los estudiantes alcanzar su potencial.

José reconoció las barreras a las que se enfrentaban estos jóvenes latinos en sus propios hogares y comunidades. Se vio a sí mismo en estos estudiantes y reflexionó sobre las oportunidades, experiencias y mentores que le habían permitido a él -un inmigrante de bajos ingresos y que no hablaba inglés- tener éxito.

La combinación de estas experiencias y reflexiones llevó a José a iniciar el programa Latinos en Acción.